Las llamas son una especie de tipo camélido originario de la región andina sudamericana, que en Europa puedes haber visto sólo en casos muy extraños en zoológicos. Lo cierto del caso es que estos animales más bien silvestres, se han convertido en mascotas en algunos pueblos de países como Argentina, sobre todo en el norte, Perú y Chile, por poseer algunas características muy especiales.
Es que entre las principales curiosidades de las llamas podemos decir que más allá de la imponencia que representan en comparación directa con perros, gatos, e incluso más con otras mascotas domésticas, se trata de animales que tienen un andar lento, y una actitud más que cariñosa con las personas que las tratan igual de bien.
De hecho, los medios norteamericanos realizaron una serie de estudios en los últimos meses, en los que indican que si bien como está claro no se trata de una especie endémica, ya existen en Estados Unidos, y a modo de mascotas, unas 115.000 llamas, o al menos 115.000 personas que poseen ejemplares de esta especie como compañía, aunque claro, en muchos de los casos tienen varios de ellos.
Lo cierto del caso es que no podemos tener una llama en un piso, pero si tenemos grandes superficies de tierra, se transforman en animales ideales, puesto que son amables, tranquilos, sencillos de mantener, dado que sólo comen pasto y hierbas, y al contrario de lo que muchos suelen pensar, no huelen mal. De todos modos esto último puede ser irrelevante, porque duermen fuera de la casa.
Ora curiosidad al respecto de las llamas como mascotas, es que se trata de animales que se llevan sumamente bien en grandes cantidades de ejemplares de la misma especie, y es por este motivo que muchas personas apuestan por tener tres o cuatro de ellas, de forma que se sientan más acompañadas, y con la ventaja de que ello no representa un gasto extra.