Dicen que el perro es el amigo más fiel del hombre, ¿y el gato?

Gatos hombre

Muchos dueños de gatos se decepcionan al descubrir, después de tanto anhelar tener uno, que su mascota no le guarda total correspondencia, ya que, a diferencia de la relación existente entre un humano y su perro, en este caso el animal no se deja posicionar en un lugar de total pertenencia, lo cual puede hacerlo parecer en situaciones algo arisco y no del todo fiel.

En búsqueda de una explicación que pueda echar algo de luz sobre este tipo de comportamiento del felino, un reciente estudio de la Universidad Nacional de Japón ha confirmado, tras una investigación profunda llevada a cabo con 20 gatos, que a pesar de que éstos son capaces de reconocer las voces de sus dueños en ciertos momentos eligen ignorarnos.

Durante el desarrollo del estudio se estimularon a los gatos mezclando las voces de tres extraños con la de sus dueños, todos ellos llamándolos por sus nombres y fuera de su vista.

Al escuchar sus apodos, los gatos demostraron tener una «conducta de orientación«, ya que giraban la cabeza hacia sus dueños, lo cual demuestra que tuvieron mayor respuesta a la voz de sus amos que a la de los extraños, sin embargo, en ningún caso se movieron de su lugar.

¿El motivo? Claramente no se debe a que el animal no estime a su dueño o no crea en su palabra, o no deje “domesticarse”, sino que este rechazo tiene su origen en la autodomesticación de la propia especie a través de miles de años, sesgo que aun queda de ella.

En los momentos en que el animal descubre que alguna de sus necesidades no puede verse cubierta y satisfecha en relación a los estímulos de su medio, no duda en atender y buscar a su dueño, para ahora sí entablar una relación de modo que el humano pueda proveerle alimento, por ejemplo.

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