Las mascotas, al igual que los seres humanos, pueden someterse muchas veces a intervenciones quirúrgicas que les permitan acceder a partir de las mismas a mejores condiciones de vida, y por este mismo motivo conviene muchas veces tener en cuenta la necesidad de nuestro compañero que nuestro miedos, hablar con el veterinario, y si es necesario, pues recurrir a la operación.
Por todos estos motivos, entonces, nosotros queremos enseñarte algunas de las cuestiones que debes tener en cuenta siempre que tu mascota acabe de ser operada, para de esa forma entender por qué debemos esperar y cómo tenemos que actuar. Si conocemos todos estos detalles de forma previa a la intervención, habremos ganado un tiempo espectacular, y estaremos menos preocupados para poder ayudarle más.
Lo primero que es importante es que si vamos a operarle, debe estar la mascota en manos de un médico veterinario colegiado con experiencia en el tipo de cirugía que se va a realizar. Además, es posible que luego del procedimiento la mascota se quede en la clínica en reposo el tiempo que indique el veterinario, incluso por períodos superiores a una semana, ya que a los animales es más difícil darles indicaciones de comportamiento.
Una vez que la mascota es llevada a casa, se tienen que tener en cuenta rigurosamente todas las indicaciones del veterinario, como por ejemplo llevarla puntualmente a sus controles y darle las medicinas indicadas. Además, es probable que en este período tengas que mostrarle todo tu cariño únicamente a través de las caricias, sin poder salir a jugar ni nada, pero dejándole en claro que le quieres igual que siempre.
Por otro lado, si estando aún convaleciente la mascota no quiere comer, debes dejarla pues ella sabe perfectamente qué necesita y qué no. En todo caso, si ves que la situación se repite en el tiempo, puedes hablar con tu veterinario para buscar una solución alternativa.