Una de las creencias más difundidas en todo el mundo alrededor de los perros es que éstos, a diferencia de los seres humanos, no veían colores sino en blanco y negro. Aunque nadie contaba con un respaldo científico al respecto, lo cierto es que esta idea se daba como cierta incluso por expertos en la materia, dado que ya se encontraba formando parte de muchas de las principales culturas del mundo.
Sin embargo, ahora sabemos gracias a una nueva investigación, que en la mayoría de los perros no sólo podemos encontrarnos con que ven colores, sino que estas distintas tonalidades les resultan fundamentales a la hora de tomar decisiones según el instinto, incluso mucho más que el brillo de las cosas, que era lo que se suponía que dirigía sus sentido.
En concreto, un grupo de especialistas internacionales ha realizado un relevamiento, cuyos resultados fueron publicados esta semana en Proceedings of the Royal Society B, una revista de investigación biológica, entre los cuales se señala por ejemplo, que los perros ven los colores prácticamente de la misma forma que los seres humanos.
De este modo, queda fuera de juego aquella idea de que estos animales tenían una visión limitada al blanco y negro, demostrándose no sólo que pueden percibir los colores, sino además que no tienen ningún inconveniente al distinguir uno de otro, pues su paleta de diferentes tonalidades es tan amplia como la que tenemos nosotros.
De esta forma, ahora las creencias en torno a los tipos de visión de los perros sugieren que éstos poseen dos tipos de receptores de color, llamados conos. A su vez, estos puntos resultan sensibles a diferentes longitudes de onda, de modo que ven una combinación menor de colores que una persona, pero aún así, como decíamos, tienen una paleta igual de variada que todos nosotros.