Muchas veces, las personas que tienen ganas de tener una mascota en su casa, se encuentran con un asunto que no es menor para el bienestar de la misma, y también para las molestias que el caso nos puede causar: se trata ni más ni menos que de nuestros hijos. De hecho, es absolutamente distinto criar una mascota cuando tienes niños pequeños, que hacerlo cuando ya son adultos, o aún no eres padre.
Lo que debes considerar si tienes hijos y quieres una mascota para que esté con ellos, es que todo funcionará bien siempre y cuando se sigan los hábitos de higiene adecuados. Y con esto nos referimos especialmente a que si bien puede ser una situación muy educativa para los pequeños, lo ideal es que todo el mundo la pase bien, y por ello la casa no se vea peor que de costumbre.
Por el lado positivo, debemos decir que las mascotas les hacen sentir a los niños que tienen a alguien que depende de ellos, por lo que se vuelven mucho más humanos y desprendidos, estando encima de ella. Sin embargo, si cada vez que ellos salen a jugar al patio con el perro vuelven y ensucian toda la casa, está de más decir que la situación se pueden volver incontrolable.
Entre las normas básicas de higiene que debemos mencionar en este sentido, se encuentran algunas como por ejemplo evitar que el niño bese al animal, sobre todo cerca de la nariz y de la boca, considerando que allí pueden contagiarse algunas enfermedades. De igual modo, conviene que los pequeños siempre se laven las manos luego de jugar con la mascota, más que nada si van a comer algún alimento.
Luego, si la mascota tiene una infección, debemos tratarla con rapidez, llevando al animal al veterinario cuanto antes y tratando de alejar a los niños. Por otro lado, regularmente conviene que lleves a tu mascota a realizarse chequeos preventivos, para evitar que presente pulgas y parásitos.