Como no tenemos cola, no sabemos si las mascotas, cuando la mueven, quieren decirnos algo. A menudo lo relacionamos con un síntoma de alegría, si la mueven rápidamente, o de miedo si la esconden entre las patas. Pero eso es el caso de los perros. ¿Qué ocurre con los gatos?
Estos felinos tienen un lenguaje corporal muy curioso y la posición de su cola es fundamental para conocer su estado de ánimo o saber qué quiere. Cuando te contemos algunos de estos significados vas ver como entiendes a tu gato mucho mejor de lo que ya lo hacías antes. De todas formas, si tienes un compañerito con bigotes y cola seguro que ya le has cogido el punto a este lenguaje.
Si está tranquilo, su cola estará curvada hacia abajo, con la punta señalando el suelo. Es su posición más relajada. Si está contento, además de mostrarse muy cariñoso tendrá la cola totalmente vertical: es su manera de saludarnos. El interés por las cosas que lo rodean lo demostrará curvando suavemente la cola o moviendo la punta hacia delante o hacia atrás.
Por el contrario, si se enfada pondrá su cola vertical, pero moverá la punta de vez en cuando hacia los lados. Cuidado, puede mostrarse arisco si ves que hace ese gesto. Si ves que mueve la cola con fuerza… mejor que lo dejes tranquilo porque está muy, pero que muy enfadado. El último síntoma de enfado es cuando «puja» o «esponja» la cola. Ten mucho cuidado porque puede atacarte a ti o a cualquier cosa que le moleste en su entorno. ¡Y es que los gatos son muy suyos!
Así que ya sabes, observa bien a tu mascota y mucho cuidado con los gestos.
