Cuando tenemos que transportar a nuestra mascota nos puede surgir un gran problema: que tengan tanto miedo del transportín que sea imposible poder viajar con ellos. Hoy te damos algunos consejos a la hora de escoger el más adecuado para tu mascota y cómo debes ir acostumbrándolos a él.
Lo mejor es que tu mascota pueda estar de pie en el interior del transportín sin que toque el techo. Debe poder tumbarse y estirarse cómodamente y girar sobre sí mismo. Si no cumple alguno de estos requisitos, estará incómodo y no podrá viajar bien. Podría causarse heridas o lesiones al intentar escapar si se siente atrapado.
Para que se vaya acostumbrando, una vez que lo compres deberás llevarlo a casa y ubicarlo en un lugar en el que el perro se sienta seguro. Lo dejaremos con la puerta abierta para que tu mascota se vaya familiarizando con él. Puedes moverlo de sitio para que se acostumbre a verlo en varios lugares de la casa.
Cuando se meta en él deberás premiarlo con alguna golosina para mascotas para que lo asocie a algo positivo. Después, deberás meterlo dentro poco a poco y cerrarle la puerta. Al principio no dejarás que pase mucho tiempo dentro, pero progresivamente tendrás que ir aumentando el tiempo. Pueden ser cinco minutos el primer día, diez el segundo… hasta que no sienta ningún temor.
Es importante que mientras se acostumbra no le prestes mucha atención si llora. Tampoco cuando le abras la puerta y lo dejes salir, porque entonces te reclamará atención cada vez que lo metas en el cajetín y armará mucho escándalo. En este aspecto, una mascota es como un niño chico: si en cuanto llora un poco lo coges en brazos, volverá a repetir su conducta.
Lo importante es que no fuerces a tu mascota y vayas acostumbrándolo a un ritmo prudente. Hay perros que se toman los viajes como un juego y otros que no soportan estar ni dos segundos. ¡Ánimo y paciencia!