Seguro que conoces a los perros lazarillo, esos que guían a personas ciegas por la calle para que no se choquen con los árboles y no crucen por sitios por sitios peligrosos. No cabe duda de que los perros, además de ser los mejores amigos del hombre pueden prestar una gran ayuda en la vida diaria. Y no sólo a los ciegos.
En Estados Unidos se está llevando a cabo un programa de rehabilitación de presos con animales que tiene innumerables ventajas. Por una parte, los presos aprenden a establecer vínculos emocionales, lo que, según los psicólogos, es beneficioso para ellos y su vuelta a la sociedad. Además, los animales son adiestrados para que sean compañeros de veteranos de guerra.
En la iniciativa, llamada ‘Puppies behind bars‘ (‘Cachorros entre rejas‘), los ex combatientes con discapacidades o traumas de guerra reciben un perro, generalmente un labrador, adiestrado para que les ayude en sus tareas diarias. También son beneficiosos para soldados que han vuelto con traumas psicológicos, ya que se ha demostrado que la convivencia con un perro contribuye a la mejora de las relaciones humanas.
Los presos reciben enseñanza psicológica y técnicas de adiestramiento para entrenar a los cachorros en acciones que puedan ayudar a su posterior dueño en el día a día. Desde guiar a un ciego hasta encender la luz, abrir y cerrar ventanas e incluso coger el teléfono, los perros aprenden a auxiliar a su dueño.
Los veteranos que han recibido sus mascotas están encantados con la ayuda que reciben y, sobre todo, con el cariño que son capaces de darles estas mascotas con tan sólo su presencia. Te dejamos con un vídeo (en inglés), sobre este bonito proyecto con animales.