Todos los que tenemos mascotas sabemos que uno de los mejores momentos del día es cuando nos ponemos ropa vieja o usada y nos dedicamos a jugar con ella, porque las mascotas transmiten un tipo de amor desinteresado que muchas veces nos aleja del mundo en el que vivimos. Entre todas las actividades que llevamos a cabo con ellas, sin embargo, existen algunas que pueden resultar peligrosas, como el dejarse lamer.
En este sentido, debes tener en cuenta que muchas de las enfermedades bacterianas y parasitarias del perro pueden ser transmitidas al hombre si dejamos que nos laman, sobre todo el rostro, y más cuando se trata de animales que no poseen un periódico control sanitario por parte de un veterinario de confianza, así que se debe intentar ser excepcionalmente cuidadoso en estas situaciones.
Además, una cuestión que tampoco se puede dejar de lado, tiene que ver con que diversos estudios realizados en todo el mundo han dejado en claro que la población más expuesta a estas enfermedades son los niños, por su cercanía a las mascotas o animales de la casa, y más que nada cuando se trata de muy pequeños que no saben discernir.
Entre las principales problemáticas de las cuales podemos ser objeto al dejarnos lamer por nuestro perro, se encuentran algunas como por ejemplo la transmisión de parásitos que provocan la toxocariosis y hasta la hidatidosis, ya que si el perro cuenta con los agentes en su interior, fácilmente pueden pasar de su lengua al cuerpo humano y poner sus huevos allí, con lo desagradable que ello resulta.
Para evitar estas dos enfermedades, y cualquier otra que pudiera surgir, entonces, los médicos recomiendan a todas las personas con mascotas que las sometan a un adecuado control sanitario que contemple circunstancias como una vacunación anual, desparasitación cada 3 meses y adiestramiento, además de lavarnos la cara tan pronto nos dejamos lamer.