Se sabe que los gatos compiten con los perros, por ser mascotas preferidas entre los humanos. Aunque por ello viven desde siglos atrás en compañía del hombre, también es cierto que todos sabemos, que a la hora de ser cariñosos, nadie le gana a un perro. Los gatos no son especialmente cariñosos, son más bien introvertidos y fríos en su trato, no hay modo de comprobar su lealtad y en algunos casos suelen ser hasta malhumorados.
Pero como todas las especies los gatos tienen, especiales cualidades; quizá no dentro de las cualidades de convivencia y comportamiento. Los gatos tienen una audición privilegiada, aún mejor que la de los seres humanos. Se ha comprobado que la audición de los humanos y los gatos es similar, pero los gatos suelen escuchar sonidos a tonos mucho más altos, incluso mejor que los perros también.
Esta es una característica de los gatos, porque pueden oír 2 octavas más alto que los humanos y una octava y media más que los perros. Todo su organismo parece diseñado para esta faena de escuchar, cuando están escuchando las orejas rotan hacia donde pueden localizar el origen del sonido hasta casi un metro, con un margen de error de apenas 7,5 cm .
La misma naturaleza les confiere esta cualidad y también permite que actúen conforme a ella, porque cuando los ruidos son demasiado fuertes, el gato suele esconderse asustado, de alguna manera ésa es una forma de protección y si es un sonido bajo pero intenso, pues tienen sus orejas que se replegarán a la nuca para evitarles seguir escuchando. Es por ello que los más mínimos y lejanos sonidos resultan tan evidentes para los gatos, no es que permanezcan eternamente en vigilia o atentos, es que escuchan primero que todos, el sonido más intenso y hasta más lejano de ellos.