Golpes de calor, uno de los principales problemas para nuestras mascotas

El verano ya ha hecho acto de presencia, con sus características altas temperaturas. Son días de tomar muchas precauciones para evitar todo tipo de problemas. Pero además de nosotros, nuestras mascotas también deben estar protegidas de esas altas temperaturas para evitar sufrir los temidos golpes de calor, uno de los principales problemas que sufren las mascotas.

El 14% de los casos de insolación que se detectan en los perros se clasifican como graves, de los cuales más de la mitad termina falleciendo[. “En general, los golpes de calor no deberían ocasionar graves problemas si se actúa rápido y se consiguen estabilizar. Pero si tardamos en poner solución a ello, ponemos en riesgo la vida de nuestra mascota”, comenta Paloma.

¿Cómo podemos saber si está sufriendo un golpe de calor?

En lo primero que nos tenemos que fijar es en la respiración de nuestra mascota. El jadeo intenso es la forma más visible para percatarnos de que la temperatura corporal del animal está subiendo por encima de lo normal, además de un exceso de sudoración en las almohadillas de sus patas, alteraciones en la salivación o dificultad en sus movimientos.

Los perros transpiran a través de las almohadillas de sus patas, que están en contacto con un asfalto que en verano puede alcanzar los 70 grados centígrados, y se termoregulan a través del jadeo, lo cual les somete a un mayor riesgo que a los humanos” comenta Paloma.

Uno de los factores que determina el impacto del calor en los perros es su anatomía. Las razas braquicéfalas, como el Bulldog francés, el Bulldog inglés, el Carlino o el Bóxer, entre otros, tienen un paladar blando algo más largo que otras razas y que les dificulta la respiración, que es el principal factor de riesgo ante los golpes de calor.

Algunas de las recomendaciones para evitar estas situaciones son:

  • Evitar los paseos en las horas centrales del día, cuando la incidencia del sol es mayor y las temperaturas son más altas.
  • Tener siempre agua a mano durante los paseos y hacer paradas para descansar y reponer líquidos.
  • Cuidar en especial las almohadillas para el exceso de sudoración y, sobre todo, las quemaduras.
  • No dejar a las mascotas solas en el coche. Aunque dejemos las ventanillas abiertas, la temperatura en el coche puede ser hasta 5 grados superior que la exterior.
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