En esta época del año hay que tener mucho cuidado con las mascotas. Sobre todo porque, con las altas temperaturas, puede darle un golpe de calor. Aunque lo normal es que esto suceda si se expone a temperaturas extremas, no es el único motivo.
Uno de las causas del golpe de calor puede ser una temperatura inusual y un estado de estrés por estar en un lugar cerrado. Por ejemplo un coche. Así que si viajas con tu mascota procura hacer paradas frecuentemente, mantenerla fresca e hidratada, por ejemplo, rociándola con agua fresca y un pulverizador.
El golpe de calor se produce porque se eleva su temperatura corporal hasta tal punto que su cuerpo no es capaz de disipar el calor. Los síntomas que verás serán una respiración agitada, hiperventilación y un aumento del ritmo cardíaco. Llegados a este punto también habrá hipersalivación: si notas que tu mascota tiene más babas de la cuenta y de aspecto blanquecino, empieza a tratarlo rápidamente porque está sufriendo un golpe de calor. Si se complica, pueden llegar convulsiones, vómitos, diarrea e incluso el coma.
Por eso, si notas que tu mascota puede estar bajo este proceso debes actuar rápidamente. Tienes que intentar por todos los medios bajar su temperatura, por lo que es bueno mojarlo con agua, pero que no esté helada, porque podrías provocarle un shock. Masajea sus extremidades y abanícalo para favorecer la ventilación. Aunque el primer instinto sea hacerle beber agua, no es la mejor opción, ya que podría empeorar su estado. Aplica hielo, envuelto en paños y con cuidado, en las axilas, ayudará a su recuperación.
Una vez que esté bien, llevadlo cuanto antes al veterinario a que lo evalúe. Aunque aparentemente se haya recuperado bien, podría tener daños internos que aparecerían días después.
