Perder una mascota es una experiencia dolorosa tanto para un adulto como para un niño. Y cuando nos vemos ante esta triste ocasión, debemos ser pacientes si debemos sufrir por nosotros mismos la pérdida y ayudar a nuestro hijo a sobrellevarla. Porque siempre el duelo es más incomprensible y doloroso para un niño.
Cómo enfrentar la pérdida de una mascota, cuanto se tienen niños, es algo que debemos manejar con paciencia. Hay que dejar que el niño externe su pesar y hablarle abiertamente sobre lo normal que es que se sienta entristecido. Hay que darle su valor al sentimiento que le embarga que no es para nada algo vergonzoso ni debilidad, sino algo normal de sentir cuando se ha perdido un amigo como es una mascota.
Respetar el período de duelo de un niño, que cuando ha perdido una mascota no puede sentir que debe reemplazar de inmediato el perro, gato u otro animal que ha perdido. Hay que darle seguridad y tiempo para que por si mismo decida cuándo está en situación de elegir otra mascota o ha superado el dolor de la pérdida.
No se puede esperar que un niño pase página a la pérdida de un compañero de juegos, y tampoco se puede pensar que todos los niños reaccionarán en igual manera a la misma, porque cierto es que unos se sentirán más agobiados que otros, todo depende de la relación que tuvieron con la mascota, y de la edad del niño.
Cuando se pierde una mascota repentinamente es igualmente doloroso que cuando debemos explicarle al niño de la necesidad de una eutanasia, por lo que sea que perdamos a nuestro gato o perro debemos tener paciencia para sobrellevar junto con los pequeños el período de duelo que dependerá de cada quien y que a la larga es una manera que debemos aprovechar para mostrarle de una manera positiva, que las mascotas como todo ser viviente, mueren.