Una de las mascotas más famosas que hemos podido ver en las pantallas grandes y chicas de televisión, es sin dudas el gato Garfield, y si creíamos que su caso era imposible de ser observado en la vida real, debemos saber que de forma reciente ha aparecido un animalito que bien quiere disputarle el sitio. Se trata de un gato llamado Buda, que pesa 15 kilos y tiene algunas costumbres alimenticias muy extrañas.
El caso es que la situación de Buda se hizo conocida en todo el mundo de forma reciente, cuando al llevarlo su dueño al veterinario, éste le advirtió que debía “bajar de peso o enfrentar un riesgo grave para su salud”. Sin embargo, cuando se supo que el felino había sido encontrado en la calle abandonado, su problemática logró hacerlo tierno a los ojos de todo el mundo.
Desde hace algunas semanas, una voluntaria de The Cat Shoppe se hizo cargo de él, y ha señalado que están trabajando juntos para que Buda tenga una condición de vida como él y todos los gatos del mundo se merecen. El problema es que el sobrepeso del animal no es casual, sino que pronto descubrieron que está tan gordo porque se alimentaba directamente de la comida que comían sus propios dueños, como por ejemplo pastas.
De esta forma, el gato que fuera rescatado por el Control Animal Metropolitano de Nashville, Tennessee, habría sido alimentado durante sus poco más de dos años de vida con comida para humanos en lugar de la comida para gatos. Los especialistas sugieren eso sobretodo porque desconoce los productos elaborados para mascotas y se vuelca a la comida que encuentra sobre la mesa.
Además, indicaron que en base a unos estudios antes de comenzar su “dieta”, llegaron a la conclusión de que, al igual que lo que sucede con Garfield en la serie, la comida preferida de Buda son las pastas, que sumadas a una evidente vida sedentaria, podrían ser las causas de su obesidad.
