Siguiendo con un análisis de los ladridos que los perros pueden hacer a la hora de llamar nuestra atención o de avisar cuando hay un peligro en nuestra casa, aquí tenéis los últimos ladridos que pueden hacer.
Ladrido agudo, seco, y de intensidad alta. En este caso este ladrido vuelve a ser para llamarnos la atención aunque yo diría que es más bien para avisarnos de su presencia, para que sepamos que está ahí y que está esperando que lo notemos y que le hagamos algo. La cola suele moverla de forma horizontal y casi siempre lo que busca es que juegues con él.
Ladridos encadenados, agudos, secos y de gran intensidad. El más divertido: quiere jugar. Suele ir muchas veces acompañado con una postura donde se agacha la parte delantera y se levanta la trasera moviendo el rabo en horizontal.
Ladrido potente y encadenado, fijo en un punto. Este es el peor ladrido con el que te encuentras y es el que más miedo puede darte porque implica que hay peligro. El pelo de los perros suele erizarse y ponen las orejas y el rabo muy tieso. Algunos perros, los que están más entrenados o son más protectores tienen a tomar la postura de ataque para lanzarse sobre el peligro.