La primera vez que tienes como mascota un roedor (y por roedor decimos hamsters, chinchillas, cobayas, etc.) una de las cosas que más te puede llamar la atención es el hecho de que sus dientes crecen. Si juegas con él o con ella te darás cuenta que le van creciendo y eso es algo normal en los roedores.
Para ellos los incisivos, que son los dientes que más utilizan, no dejan de crecerles y es por ese motivo por el que siempre se recomienda ponerle en la jaula algo que puedan roer como por ejemplo un trozo de pan duro, un trozo de madera, etc. Hay que procurar que siempre los tengan a un tamaño adecuado para el animal.
De no ser así, o si ves que tiene problemas, tendrás que llevarlo al veterinario para que se los lime porque puede ser perjudicial para el pobre animal.
