La frecuencia de las respiraciones y el pulso, además de otros factores externos como la temperatura ambiental, el ejercicio que se realiza, etc., varía con la edad. En los cachorros los valores son más elevados, y baja al mínimo cuando el perro es viejo. El mejor modo de saber si tu perro presenta algún problema es verificando que sus constantes vitales son normales.
Cuando hay una enfermedad o un mal funcionamiento de los órganos corporales, las constantes vitales se alejan de los parámetros considerados normales, lo cual constituye una señal para el veterinario que es el más autorizado para evaluarlas, considerando las variaciones individuales correspondientes a la edad, raza, tamaño, temperatura ambiente, tipo de alimentación, etc.
En términos generales la frecuencia respiratoria en el caso de tu cachorro suele situarse entre veinte o veintidós respiraciones por minuto y los latidos están comprendidos entre cien y ciento treinta por minuto.
Fuente: Todo Perros.