No hay modo de determinar qué mascota es totalmente segura para cuando se tienen niños pequeños. Todas las mascotas son adorables compañeros siempre y cuando ellos y los niños cumplan con un mínimo de seguridad que evite problemas. Para ello es importante tener algunas medidas de seguridad con las mascotas. Las mismas comienzan con la educación de los niños, ellos deben aprender a relacionarse con las mascotas, hay que explicarles qué hacen cuando se les molesta, qué les gusta y qué no, así como deben aprender a reconocer las señales que indican que debe alejarse por un lapso de tiempo de su mascota.
Es imperativo que todo niño conozca cómo protegerse de una mascota malhumorada, y eso hay que enseñarle indicándole cómo rodar por el suelo, cubrirse la cara, darse tiempo para gritar pidiendo ayuda y evitando alterar a una mascota ya alterada. Como hemos dicho antes, este proceso de seguridad entre niño y mascota también involucra al perro o gato o mascota que sea, a la que debemos enseñar a comprender cuándo debe parar, así podemos enseñar a nuestro hijo, los casos en que debe decir «alto» y la mascota entenderá que debe replegarse a su lugar.
La seguridad de las mascotas es muy importante, esto comprende evitar que sorpresivamente entre en contacto con otras mascotas, y jamás dejar al niño solo con la mascota, porque un adulto debe estar cerca para evitar una situación peligrosa. Las mascotas pequeñas y aún algunas de más edad responden a los juguetes infantiles con travesura, y de ello puede devenir una situación comprometida, ya sea que se exponga tragándose un juguete a que se asuste por el sonido de otro y se ponga alterada.
Hay que respetar el deseo de jugar de la mascota, como todo, tendrá sus momentos de diversión y otros en que quiera dormitar o simplemente no jugar, hay que educar a nuestro hijo en el sentido de tener en cuenta que la mascota también debe ser respetada sino quiere jugar.