Meses después del accidente nuclear de Fukushima, provocado por el terremoto y el tsunami que asoló la zona, miles de animales vagan perdidos por la zona. Perros y gatos fueron abandonados por las familias que huyeron del lugar debido a los altos niveles de radiación que se detectaron. Ahora, con la llegada del invierno y la falta de comida, la situación de estas mascotas se vuelve aún más complicada.
Sin embargo, un grupo de voluntarios ha decidido volver a la zona, a unos 20 kilómetros de la planta de la cnetral nuclear, y han rescatado a los animales para devolverlos a sus familias. La acción está coordinada por Yasunori Hoso, director del United Kennel Club Japan, que ha reclutado a cuantas personas se han ofrecido para ayudar a estos animales.
El gobierno decidió, hace dos meses, entregar un permiso especial a estos grupos de voluntarios para entrar en la zona y que pudieran rescatar a los animales que hayan sobrevivido al siniestro. De esta forma, muchas familias han podido reunirse con sus mascotas, a las que llevaban varios meses sin ver.
Hoso cuenta con un refugio en el que tiene unos 350 animales, aunque prevé que la cifra aumentará. La idea de este amante de los animales es recoger a todos los perros y gatos abandonados de la zona y llevarlos a su refugio para que vuelvan con sus familias o encontrarles una nueva. Como la situación es complicada, ha solicitado, al menos, que el gobierno les permita acudir periódicamente a la zona para llevar comida a estos animales.
La labor de estas personas es encomiable, teniendo en cuenta que todavía hay niveles de radiación en la zona y que no se ha decretado el libre paso por miedo a los efectos secundarios que podrían tener en las personas. Una muestra de cariño hacia los animales que muchos no son capaces de demostrar. Desde Mascotalia les deseamos suerte en esta ardua tarea.
Fuente: IrishTimes