Una de las cosas que siempre me ha gustado hacer con las mascotas es que éstas durmieran en mi propia habitación, conmigo incluso en la cama, un comportamiento que, por supuesto, está totalmente prohibido ya que no es algo que debamos permitir a las mascotas que lo hagan.
En este caso los gatos y los perros son las mascotas con las que podemos compartir esta situación pero, como te decimos, es algo que no deberíamos compartir porque es un espacio íntimo, personal, que un animal ha de saber que él no puede estar ahí.
Además, has de tener en cuenta que los animales, por muy limpios que los tengas, suelen tener bichos, ya no sólo garrapatas, sino también pulgas, y éstos pueden afectarnos a los humanos, más si compartimos una cama. Para ellos lo mejor siempre es su propia cama o lugar donde sea para él solo, donde pueda desarrollar su territorio, pero nunca en la cama de su dueño porque entonces se volverá posesivo y, si cambiamos la situación la situación, nos podemos encontrar con algo desagradable.
