El otro día os hablábamos del transportín, un instrumento necesario para viajar con nuestra mascota. Sin embargo, no es el único elemento que podemos usar. Si viajamos con las mascotas en nuestro propio vehículo, un cinturón o arnés de seguridad puede ser más que suficiente.
Es importante que recuerdes que las mascotas no deben entorpecer la conducción. Aunque no se especifica ninguna norma concreta, sí que se recuerda que el conductor debe tener total libertad de movimientos de manera que no se interfiera en la atención y el manejo del conductor. Piensa que podría meterse entre tus pies, tirarte de las mangas o incluso llegar a morderte. Esto podría provocar un accidente de tráfico, por lo que, si quieres evitarlo, es fundamental que tomes precauciones.
Además, un animal suelto puede ser un peligro, aunque no sea la causa del accidente. Con un choque o un frenazo puede desplazarse a modo de proyectil, salir despedido por las ventanas o, si está nervioso, ser agresivo. Para evitarlo, en el mercado tienes toda una amplia gama de dispositivos que aseguran su sujección.
Uno de ellos es el transportin del que ya hablamos hace unos días. También puedes comprar otros, como una red de seguridad en el maletero. Así tendrá un espacio amplio para estar cómodo y evitarás que se pase a la parte de los asientos.
Otra opción es un arnés, como el que usas cuando lo sacas de paseo, pero asegurado al asiento a través de un cinturón de seguridad especial para perros. Se trata de una pequeña tira hecha del mismo material las correas. Por una parte se sujeta al arnés de tu perro y por el otro, con un mecanismo especial, al anclaje del cinturón de seguridad. De esta forma, tu mascota estará cómoda y podrá moverse en el asiento, pero no podrá moverse a otras zonas del coche.