La comunicación no verbal tiene más importancia de la que podríamos pensar a la hora de relacionarnos con nuestro entorno que nos rodea. En el caso de los animales de compañía, esto es aún más importante si cabe, ya que es nuestra única forma de comunicación con ellos. En este sentido, siempre se ha dicho que en los gatos, las emociones resulta más complicado de identificar. Ahora bien, ¿qué hay de cierto en todo esto?
Dependiendo de la raza de gato, la comunicación podrá ser diferente. Por ejemplo, los siameses son considerados los más charlatanes, mientras que las razas de pelo largo suelen ser los más silenciosos. Pero dejando de lado estas pequeñas diferencias, la forma de comunicación suele ser muy similar.
¿Cómo habla un gato?
Para mantener una buena relación con nuestras mascotas, debemos saber reconocer e interpretar qué sienten para poder así garantizar la atención que merecen. En este sentido, Sergio Martínez desvela algunas pistas acerca del significado de las posturas más comunes y las características principales de los estados de ánimo de nuestros mejores amigos.
Necesidad de interacción y caricias
Podemos identificarla cuando nuestro gato se sienta en nuestro regazo y ronronean mientras estamos sentados o nos muestra el lomo arqueado sin erizar el pelo. En otras ocasiones, el gato buscará interactuar contigo buscando tu mano para frotarse con ella.
Miedo
Si el felino tiene miedo, lo más probable es que tiendan a esconderse. Podremos notarlo en la dilatación de sus pupilas, ya que les ayuda a estar alerta. También lo podremos identificar en la posición de sus orejas hacia los lados o hacia atrás, además de esconder la cola o agitarla.
Hambre
El maullido es la forma más común en la que nuestro gato nos va a expresar su necesidad de ingerir alimento. Un gato hambriento no dudará en maullar de manera insistente y perseguirte por la casa. No obstante, debemos tener precaución con este tipo de demandas si no queremos que se convierta en un hábito.
Enfado o defensa
Es la más fácil de identificar, ya que cambia el aspecto de nuestro gato. El signo habitual por excelencia es el pelo erizado, con el lomo y la cola hinchados y marcha lateral respecto a donde está la amenaza. El bufido y el gruñido son también muy frecuentes en este caso. En este caso, el ataque puede ser inminente, por lo que se debe tener precaución.
Estrés
Aunque, generalmente, el ronroneo es señal de relajación, no siempre es así. También se cree que en algunos contextos puede ser señal de miedo o estrés. Si se trata de un cachorro, puede ser que emplee este sonido para llamar a su mamá y que lo localice.
Esperamos que lo visto en nuestra publicación de hoy os sirva para una mejor comunicación con vuestra mascota.