Los sarcomas son neoplasias de carácter maligno que se suelen desarrollar en las partes blandas del cuerpo como son la piel o los órganos parenquimatosos. Se estima que representan el 15% de los tumores cutáneos que se diagnostican en perros. Suelen tener un origen genético y no se pueden evitar, pero con los últimos avances y estudios, el pronóstico para los pacientes es cada vez más favorable debido a las nuevas terapias que se aplican.
Los sarcomas suelen ser más habituales en perros que en gatos, siendo los síntomas muy variados dependiendo de donde se localice. Algunos de los más frecuentes incluyen el desarrollo de una masa que causa abultamiento en la piel, y que no suele provocar dolor.
Aunque por lo general los sarcomas tienen un crecimiento lento, el aumento de tamaño suele se progresivo3, por lo que el papel del cuidador es fundamental de cara a que el diagnostico sea precoz y las opciones terapéuticas sean lo más efectivas posibles.
“Existen muchos tipos de sarcomas en función del tejido donde se originan. Además, existen dentro de un mismo tipo diferentes grados de malignidad. Por estos motivos, la esperanza de vida puede variar de forma significativa, desde pocos meses a incluso años. En algunos casos, cuando el sarcoma se detecta precozmente y se aplican las terapias adecuadas, se puede incluso alcanzar la curación”, explica Víctor Domingo Roa, responsable de los servicios de oncología y radioterapia de AniCura Bahía de Málaga Referencia Veterinaria.
El equipo de oncología de AniCura Bahía de Málaga ha recibido el caso remitido de un perro macho de 9 años con antecedentes de disuria. Este fue intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones en otro centro veterinario, siendo diagnosticado de un sarcoma de tejidos blandos en la zona de la flexura uretral que provocaba las anomalías en la micción.
La biopsia tomada en las primeras intervenciones quirúrgicas permitió identificar la naturaleza del tumor y así, ajustar un plan de tratamiento efectivo. La tomografía computarizada (TC) fue la prueba de imagen fundamental para la correcta planificación preoperatoria y también posibilitó evaluar si existían metástasis en otros órganos.
La recidiva local tras la resección quirúrgica es muy frecuente y el 40% de los perros con tumores de alto grado también pueden desarrollar enfermedad metastásica, aunque se haya realizado un control local apropiado2. Tras la operación, se observó cómo los márgenes del tumor extirpado estaban libres de células tumorales, por lo que no fueron necesarias terapias adyuvantes. En la actualidad el paciente se encuentra libre de enfermedad.