En estos días de verano, la proliferación de garrapatas y otros bichitos debido al calor y la humedad hace que nuestras mascotas puedan sufrir picaduras. Aunque hay collares repelentes, pipetas y otros inventos para que los bichitos no se acerquen a tu mascota, siempre es bueno hacer una exploración minuciosa, sobre todo si son de pelo largo, para ver que no tenga garrapatas. En algunas ocasiones parecen verrugas de la piel, así que tienes que fijarte muy bien para que En el caso de que te encuentres con una, no te preocupes, es muy fácil quitarlas sin hacer daño a tu mascota y sin ponerlo todo perdido.
Una de las técnicas más tradicionales es echar aceite encima de la garrapata. De esa manera, el líquido que segregan para pegarse a tu mascota se debilita y se quedan sin aire, con lo que ellas mismas se sueltan. Verás que se hincha un poco más, de manera que podrás sujetarla bien y retirarla.
Tienes que tener mucho cuidado de no apretar en la zona del «abdomen» porque podrías hacer que reventase y manchase la piel de tu mascota. Además, los líquidos que contiene en su interior podrían hacer que les saliese erupción.
Hay quienes optan por unas pinzas para coger a la garrapata y en muchos casos, extraen la mayor parte del cuerpo de la garrapata, dejando la cabeza pegada a la mascota. Cuando la quites, tienes que asegurarte bien que no queda ningún resto de este animal adherido a tu mascota para que no tenga ningún tipo de infecciones posteriores.