Durante milenios, los animales que hoy son mascotas -gatos y perros principalmente-, han seguido patrones evolutivos que les han llevado a lo que son -y cómo son- hoy en día. En ese transitar, tanto la propia especie como los ancestros de los que derivan, han seguido patrones alimenticios que han permitido su supervivencia y desarrollo.
En ese contexto teórico surge la denominada dieta BARF, ‘Biologically Appropriate Raw Food’, o como se le conoce en términos del castellano, la dieta ACBA, ‘Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados’, una forma alternativa de alimentar a las mascotas siguiendo, preferiblemente, los patrones alimenticios naturales que seguían tanto ellas, como sus ancestros a lo largo de milenios de evolución. La dieta BARF adopta sus conceptos, principalmente, de la bibliografía de Ian Billinghurst, que en 1993, acuñó el término a esta forma de alimentación que promueve la buena salud de las mascotas, la nula dependencia de los alimentos procesados -como el pienso- y, según su propio creador, hace que las mascotas requieran muchas menos visitas al veterinario.
¿Qué es la dieta BARF?
La dieta BARF, lo que busca es que, tanto perros como gatos -principalmente-, tengan una dieta más saludable y nada procesada; por ende, la presencia de carnes, huesos carnosos, y frutas y verduras, es todo lo que se puede encontrar en los platos de las mascotas, fomentando una alimentación que guarda total similitud con la alimentación de los grandes felinos y con parientes de los perros, como pueden ser los lobos salvajes.
Así, la dieta BARF está compuesta principalmente por:
- Huesos carnosos: es decir, huesos que tienen la mitad o más, de proporción de carne -por ejemplo, las alitas de pollo-.
- Carne magra: de preferencia, con baja o media cantidad de grasa.
- Vísceras.
- Frutas y verduras: a algunas razas se les dará bien alguno de los dos tipos, pero es obligatoria su presencia dentro de la planificación semanal.
A su vez, esta dieta debe estar representada en un 40% de huesos, 40% de carne magra, 10% de vísceras y 10% de frutas y vegetales, para que puedan contar con todos los beneficios de la misma.
¿Cómo comenzar con la dieta BARF para una mascota?
Paulatinamente
Al igual que sucede con cualquier otra implantación de hábitos en las mascotas, el paso a la dieta BARF debe ser paulatino, porque es necesario que vayan reconociendo algunos sabores, algunas texturas y desarrollando la sana costumbre de alimentarse con comidas que no han sido procesadas en absoluto.
Lo normal, entonces, es ir gradualmente sustituyendo la alimentación actual por alimentos de la dieta BARF, hasta que se logre -al cabo de una semana aproximadamente-, migrar totalmente hacia esta fuente de alimentación saludable.
Alimentos específicamente pensados para ello
Uno de los errores que se suelen cometer en estos casos iniciales, es que no todo lo que sea crudo y parezca saludable para las mascotas, será recomendable en todos los casos. Por eso, visitar tiendas especializadas en alimentación BARF, como https://www.comprardietabarf.es/es/, puede ser una de las soluciones más importantes que se encuentren, ya que sirven para desarrollar un menú mensual o semanal, planificar la lista de la compra y hasta encontrar productos específicos para cada mascota o raza.
Actividad física e hidratación
Una parte fundamental dentro de adoptar la dieta BARF tiene que ver con las necesidades de actividad física e hidratación que tendrá la mascota. Y es que BARF, si bien es una dieta, prácticamente es la adopción de un estilo de vida que cuida mejor de la salud y de la vida misma de las mascotas.
Las necesidades de hidratación y la actividad física deben regularse de acuerdo con esta nueva ingesta. Todo tiene su debida importancia, y la salud, la felicidad y la actividad diaria de la mascota, será el mejor ejemplo de que las cosas se están haciendo bien.
Principales beneficios de la dieta BARF
La dieta BARF tiene muchos beneficios y, desde el desarrollo de los conceptos principales en 1993, ha pasado a ser objeto de estudio alrededor del mundo, sobre todo, por profesionales de la medicina veterinaria.
Por eso, en la actualidad, hay suficiente información que la sostiene, aparte de que son muchas las razones que potencian su uso.
- Alimentación más nutritiva: en contraposición con los alimentos procesados que se le suelen dar a las mascotas, la alimentación de la dieta BARF mantiene una gran cantidad de minerales, vitaminas y aminoácidos, al no haber sido procesada en el camino; por ende, a igual cantidad de porciones, la dieta BARF puede ser mucho más nutritiva.
- Vitalidad y salud: la dieta BARF es recomendable para mitigar la posibilidad de infecciones, parásitos o enfermedades relacionadas con el sistema reproductivo. Aparte de que reduce el riesgo de padecer obesidad y enfermedades relacionadas, ya que se potencia el desarrollo de la masa muscular y la mascota tiene muchas más ganas de hacer actividad física.
- Mascotas más bonitas: está demostrado que el pelo tiene más brillo, más salud en general, y no se cae tanto cuando se ingieren alimentos BARF, tanto en perros como en gatos. Además, al tener una gran composición de agua, la dieta BARF, el rostro de las mascotas siempre se puede ver más fresco y saludable.
Es de sobras conocido que una alimentación saludable, ejercicio constante y una hidratación adecuada, puede hacer que la longevidad y la energía de las mascotas aumente considerablemente. Al mismo tiempo, se traducirá en muchas menos visitas a veterinarios a lo largo de su vida.
Pero, también es verdad que, para que el aporte de la dieta BARF sea total, es necesario controlar las porciones, adecuarlas a cada raza de mascota y, algo indispensable, solo adquirir productos o alimentos que sean de buena calidad para la mascota, ya que al igual que en los piensos se debe vigilar la cantidad de proteínas, fibra o grasas, en el caso de la dieta BARF, también se debe estar atento a las cantidades de cada una de las porciones que comerá la mascota, para así potenciar los resultados positivos de esta forma alternativa de alimentación.
