Cuando tienes varios perros en una misma casa, y éstos son del mismo sexo, a menudo suelen dar problemas de territorialidad lo que se traduce en peleas, fuertes o débiles, entre ellos. Normalmente hay uno que domina sobre los demás, podríamos decir que es algo así como un alpha, mientras que los demás han de seguir a ese líder y, si no lo hacen, los atacan.
Sin embargo, lo cierto es que, en cuestión de perros, quien debe tener el liderazgo es el humano, no el perro. Y ante ataques de dos perros hay que imponer cuál es el lugar de cada uno, es decir, que debemos hacerles ver que ninguno está por encima del otro sino que todos son iguales.
Esto se consigue normalmente adiestrando al que ataca, es decir, haciéndole ver que, por encima de él, hay alguien. Puede hacerse, bien por expertos, o por uno mismo aunque requiere de muchísima paciencia.
También cabe el caso de que los perros peleen de forma más agresiva, llegando incluso a hacer sangre. En esos casos la única solución es separarlos porque son perros agresivos que no van a poder estar juntos (aunque se castren, que es una posibilidad, ya sus comportamientos serán de atacarse mutuamente).
