La diabetes en los perros

perro con anteojos

La diabetes en los perros, al igual que en las personas, es la falta de producción de insulina por parte del páncreas, y por consiguiente el aumento de la glucosa en la sangre hasta niveles tóxicos. Tanto en los perros como en las personas, la falta de insulina puede venir desde el nacimiento, pero la forma más común en perros es por la pérdida de la capacidad de producir insulina por parte del páncreas con la edad.

Esta pérdida de función del páncreas está vinculada con la obesidad, la edad como ya hemos dicho, y las inflamaciones recurrentes del órgano en cuestión. Pero la mayoría de las veces es de origen inmunomediado, por un ataque del sistema inmune al propio páncreas.

La dieta no parece influir tanto como en las personas, y aunque es cierto que el dulce es perjudicial para los perros, no suele ser el origen de la diabetes. Por supuesto, sí hace más grave el cuadro y desequilibra por completo el tratamiento. Parece ser que el exceso de grasas en la dieta es mas perjudicial. El tratamiento es igual que en las personas, inyectando insulina a diario, una o más veces.

Si la diabetes no se trata, tiene consecuencias fatales, ya que la subida de la glucosa puede ser tan alta y su utilización tan mala, que el animal padezca una cetoacidosis, y muera. La diabetes en los perros suele provocar cataratas en los ojos, y por lo tanto ceguera. Este es un efecto secundario que, aun con tratamiento, suele aparecer en los dos primeros años tras el diagnóstico.

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