Extraños compañeros de juego

Que un perro y un gato jueguen juntos, aunque no es lo normal, puede ocurrir, sobre todo si ambos se crían juntos desde pequeños y son los únicos compañeros de juego que hay.

Pero que un gato y varios delfines jueguen, teniendo en cuenta que los gatos odian el agua y siempre salen huyendo de la misma, es algo más raro de encontrar.

Y eso es lo que podemos ver en este vídeo, un gato jugando con los delfines. Al menos así sabemos que no todos tienen que jugar con la misma especie sino que se pueden hacer extraños compañeros de juego.

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