La inflación de los costos de muchos de los tratamientos que podemos realizar sobre nuestras mascotas, perros gatos o lo que fueren, ha llevado a que en muchos países de todo el mundo, en los últimos tiempos, se hayan incrementado de forma notable la cantidad de casos de eutanasia en animales que sufren enfermedades imposibles de recuperarse.
La eutanasia, una decisión terrible
Aunque todos estamos de acuerdo en que en la mayoría de los casos los perros pueden ser “el mejor amigo del hombre”, también es cierto que a veces tenemos que aceptar los designios del destino, y entender qué es lo que pasa cuando llegan ciertos momentos. Para muchas personas, la eutanasia es una manera de lograr que el animal no sufra, siempre como decíamos en casos en los que ellos no van a sobrevivir.
De acuerdo a los analistas internacionales, en una buena cantidad de las economías del mundo que pasan por momentos difíciles, en realidad la mayor parte de ellas, se ha registrado un aumento impresionante de los casos de personas que elijen poner a sus mascotas enfermas a dormir en vez de pagar por costosos tratamientos, a sabiendas de que van a lograr estirar la vida de los animales, pero nunca regresar el tiempo atrás, como recalca el USA Today.
Karen Leslie, director ejecutivo del Centro de Recursos de Animales del Condado de Montgomery en Dayton, Ohio, es una de las personalidades que más ha estudiado y hablado al respecto, rescatando que los costos que los veterinarios cobran para ciertos tratamientos que estiran la vida pero no mejoran la calidad de la misma, arrastran a las personas locales a practicarles la eutanasia a sus mascotas.
Cifras mundiales récords
Más allá de estos casos en particular, no podemos dejar de mencionar tampoco que en el mundo entero, todos los años, se considera que alrededor de cuatro millones de perros y gatos son sacrificados en los refugios de animales, tres de cada cuatro se considera que estaban en condiciones de ser adoptados. Sin dudas, unas cifras tan terribles que hablan mucho peor de los seres humanos, que de estas pobres mascotas.