Ofrecer alimentos con nutrientes de baja calidad a nuestro gato, puede pasar factura a nuestra salud. Se estima que un 20% de los gatos sufren enfermedad renal, lo que se traduce en una reducción significativa de su calidad de vida. Un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado son fundamentales para que este problema no vaya a más. Se ha comprobado, que una alimentación de calidad, que contenga los ingredientes adecuados, puede hacer que nuestra mascota alargue su vida, además de proporcionar una mejora en los síntomas de la enfermedad.
Según un estudio realizado por Virbac, los propietarios de gatos afirmaron buscar una buena alimentación para sus amigo, pero sólo el 30% son conscientes del porcentaje de nutrientes que contienen.
Así pues, ¿Cómo podemos saber cuál es el tipo de alimentación más adecuada si desconocemos su composición? Ante todo, debemos informarnos. Debemos conocer qué nutrientes son los adecuados según las necesidades de nuestro gato, teniendo en cuenta factores como su edad o el estado de su salud, sobre todo cuando se trata de animales que padecen enfermedades crónicas, ya que la dieta es un factor clave para su asegurar su bienestar.
Las proteínas, un esencial en su dieta
Seguimos encontrando cierto miedo a las dietas con un nivel elevado de proteínas. Los gatos, categorizados como animales carnívoros estrictos, necesitan una ingesta diaria de proteínas de más del 30%. En cambio, son pocas las marcas que deciden apostar por las proteínas en sus productos y, en menor cantidad, cuando se trata de alimentos dirigidos a gatos con enfermedad renal crónica (ERC).
Varios estudios demuestran que la restricción de proteínas en gatos con ERC puede llegar a ser perjudicial para el animal. Por lo que, ofrecerle una dieta rica en proteínas de alta calidad le aportará múltiples ventajas, como una alta tolerancia digestiva, mantener una correcta función renal, controlar el peso corporal y mejorar su salud urinaria.
¿Cuál sería la mejor alimentación para controlar esta enfermedad?
Virbac ha demostrado clínicamente que añadir quelantes de fósforo a su dieta tales como quitosán y carbonato cálcico ayudan a reducir los niveles de fósforo en el organismo del animal. Los quelantes de fósforo se utilizan para disminuir su absorción y permiten su eliminación del organismo. Unos niveles elevados de fósforo pueden conllevar un aumento de la severidad de la ERC, en consecuencia, el porcentaje adecuado de fósforo debería ser de un 0.45% para una dieta de tratamiento correcta.
Un nivel moderado de proteínas de alta calidad permitirá reducir la producción de toxinas urémicas y frenará el desarrollo de la enfermedad. También, entre los componentes, debe haber un porcentaje de aproximadamente de un 1% de ácidos grasos omega-3 que regulan los procesos inflamatorios del riñón.
En definitiva, escoger una alimentación adecuada que contenga alrededor de un 35-40% de proteína animal, ayudará a frenar el desarrollo de la enfermedad en tu gato aportándole todos los nutrientes necesarios para poder llevar una vida activa y limitar los riesgos de enfermedades concurrentes.