El Terrier Irlandés se selecciona desde hace mucho tiempo, pero seguramente encontró a sus primos ingleses a lo largo del siglo XIX. Además de sus aptitudes para la caza bajo tierra y de rastreo, se busca en él un manto pelirrojo, típicamente irlandés. Cuando se reconoce la raza, en 1873, se le acostumbra a cortar las orejas. Esta práctica se prohibe en 1889. Muy popular a principios del siglo XX, la raza sin embargo entrará en declive a partir de 1920. Hoy en día sigue sin ser muy conocida.
Tiene un aspecto vivo, ágil y enérgico. Es un perro de caza y de rastreo. Puede ser un maravilloso perro de compañía, siempre contento y con expresiones casi humanas, o también ser un buen perro guardián. A diferencia de la mayoría de Terriers, el Irish tiene un carácter dulce. Es raramente agresivo aunque sea muy valiente. Muy simpático y lleno de vitalidad, es muy afectuoso con la familia.Tiene un olfato excepcional y puede seguir el rastro de su dueño durante varios kilómetros sin equivocarse. Algunos sujetos se pelean entre ellos, pero menos que los otros Terrier. Su pelo es duro, con un subpelo más fino y más suave. Su manto es de un solo color, leonado vivo, pelirrojo o naranja.
