Cuando vemos que nuestro perro esta inquieto, nervioso, ladra mucho y en ocasiones rompe cosas de la casa, puede que este bajo mucho estrés. Te contamos todo al respecto.
El estrés es uno de los principales males a los que nos enfrentamos en la actualidad. Nuestro día a día está cargado de tensión y prisas, es, »según los expertos, un producto de la relación que mantiene el ser humano con su entorno. Sin embargo, el hombre no es el único ser vivo que lo padece, ya que numerosos estudios de psicología científica han demostrado que también los animales y, hasta las plantas, padecen este mal. Por ello, una mascota estresada es aquella que sufre por algún motivo o causa relacionados con las circunstancias que rodean el entorno en el que vive habitualmente, o bien porque percibe un perjuicio o sufrimiento futuro.
La influencia del entorno en el estrés se inicia en el seno materno y esta conducta puede marcar una degradación importante de las capacidades de adaptación del animal, modificando las relaciones que el perro establece con el entorno, con los demás perros y con el hombre. Sin embargo, en el estrés actúan estímulos que pueden tener un origen muy diverso, tales como que se trate de animales hiperactivos y que tengan pocas horas de ejercicio, el no sacarle de paseo incrementará su estrés; o por el contrario, si el perro permanece sólo todo el día y cuando volvemos a casa juega en exceso; no obstante, también existen situaciones puntuales que les provocan estrés como el cambio de dueño, el traslado de casa, el viaje a otros lugares, incluso las casas donde habitan muchas personas con cambios de horarios continuados, etcétera.
A pesar de todo ello hay que reconocer que las situaciones que más suelen estresar a un perro provienen sobre todo de recibir órdenes contradictorias o cuando no existe una comunicación adecuada entre la mascota y el dueño. La mayoría de las alteraciones de comportamiento suelen ser provocadas por el estrés; pero también se manifiestan a nivel físico ciertas secuelas provocadas por esto tales como fatiga crónica con cardiopatías, perdida del celo, disminución de defensas etcétera. Por todo ello es muy importante que los perros convivan en un medio que les proporcione el bienestar adecuado, que haga disminuir la dosis de estrés natural que pudieran tener.