Consejos para proteger a los perros de la nieve y el frío

La borrasca Filomena nos dejó una estampa poco veces antes vista en nuestro país. Gran parte de nuestro territorio se cubrió de un manto blanco. Muchos aprovecharon para salir y disfrutar de la nieve, pero ¿qué pasa con los que lo hacen acompañados de sus mascotas?

Ojo a la hora del paseo por la nieve con los perros

Aunque muchos perros se lo pasan en grande con la nieve, desde Wamiz nos advierten de los peligros que esto puede conllevar. Las almohadillas de sus patas se pueden quemar por contacto continuo con la nieve. Lo ideal es limpiarles las patas y aplicar vaselina. Además, hay que tener cuidado de que no olfateen o laman productos anticongelantes ya que son muy tóxicos.

Muchos perros se lo pasan en grande jugando en la nieve porque, para la mayoría de ellos, también representa una gran novedad. Sin embargo, desde Wamiz, el portal sobre animales de compañía líder en Europa, advierten de los peligros que esto puede conllevar.

Disfrutar de la nieve con precaución

Desde Wamiz nos proporcionan cinco consejos para disfrutar de la nieve en compañía de nuestros amigos.

  1. Si el paseo va a ser corto se le pueden poner botas protectoras (de venta en tiendas especializadas).
  2. Si el paseo va a ser más largo se debe utilizar un protector para sus almohadillas (los hay en crema y spray). En su defecto, untar vaselina.
  3. Los perros se despistan con facilidad en la nieve porque esta hace disminuir su capacidad olfativa. No hay que quitarles el ojo de encima.
  4. Hay que evitar que el perro coma nieve; está muy fría y puede tener sal.
  5. Si hace sol y el perro es de pelo corto, hay que ponerle protector solar. La nieve hace de pantalla y puede provocar quemaduras.

Una vez en casa lo que más agradecerá es una buena ración de comida y un generoso tazón de agua, pues es bastante probable que su desgaste de energía sea alto.

Los perros son capaces de regular su temperatura corporal

Los perros son animales “endotermos”, es decir, son capaces de regular su temperatura corporal en función de la temperatura del ambiente. Por lo tanto, son capaces de sentir tanto frío como calor.

Cuando sienten frío activan los mecanismos para conservar el calor interno, mientras que si sienten calor, tratan de expulsarlo.

Los perros están protegidos por una capa de pelo y grasa en la piel que actúa como protector térmico, pero aun así puede no ser suficiente y que el frío penetre en su cuerpo. La raza y el tipo de pelo van a influir en si los perros tienen frío en invierno o no.

Algunas razas están preparadas para el frío, otras no

Entre todas las razas de perros que existen, hay algunas que están adaptadas a temperaturas extremas, como son el Husky Siberiano o el San Bernardo; mientras que otras no lo están tanto como es el caso del Yorkshire Terrier o el Chihuahua.

Obviamente, la capacidad para sobrellevar las bajas temperaturas va a ser muy distinta entre ellas, y la sensación de frío será más intensa en las últimas mencionadas.

Manifestaciones del frío

La primera manifestación de frío, y más obvia, seguramente sea cuando el perro comienza a temblar, que es la misma reacción que tienen los seres humanos cuando tiritan. Se trata de un mecanismo de defensa con en el que los músculos se contraen y relajan rápida y repetidamente, dando lugar a temblores que buscan generar calor.

A la hora de dormir un perro se quedará retorcido sobre sí mismo tratando de mantener el calor con él. También tenderá a dormir más de lo habitual.

Se mueve lentamente. El frío provoca rigidez muscular y por ello tenderá a moverse menos o más despacio, ya que sus articulaciones y músculos sentirán incomodidad.

El frío afecta de forma muy directa al aparato respiratorio, puede generar problemas que hagan más difícil la respiración y nuestro perro podría enfermar. Hay que prestar especial atención si comienza a toser, o si hay mucosidad en los orificios nasales.

En zonas más desprovistas de pelo se puede resecar la piel. Es frecuente en la zona de la trufa, extremos de las orejas y zona de las ingles y axilas. Hidratar muy bien esas zonas será fundamental para su comodidad, incluso puede ser necesario el uso de un champú o mousse hidratante.

¿Qué se puede hacer para protegerlos?

Sencillamente, hay que proporcionarles una fuente calor. Se puede preparar una cama bien acolchada que lo aísle del frío del suelo, por ejemplo; además se puede colocar una manta si crees que es necesario.

Si el perro duerme en el exterior y no se contempla la posibilidad de que entre dentro de casa este invierno, hay que procurarle un espacio que lo aísle bien del frío para evitar que enferme.

Una caseta impermeable y con capa aislante, así como un buen colchón lo suficientemente espeso y cómodo, incluso un par de mantas, sería una buena opción.

Si el perro continúa manifestando frío, o esto ocurre durante los paseos, se puede usar la ropa para perros.

Hay que tener presente que sobreproteger al animal puede afectar negativamente, ya que generará el efecto contrario  y el perro sentirá excesivo calor. Hay que actuar en consecuencia, es decir, adaptar las medidas a lo que necesita el can.

Foto de pxhere

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