Debes saber que cualquier tipo de mascota necesita un determinado tiempo para poder adaptarse al nuevo medio en el que va a vivir, pero muchas veces esa adaptación resulta mucho más complicada, debido a la existencia de una serie de factores externos como es el caso del ruido. Éste, puede llegar a provocar en los animales situaciones de alto estrés y auténticas depresiones.
Cambios en su forma de ser
Hay multitud de reacciones que va a tener nuestra mascota ante esos molestos ruidos: respiración mucho más acelerada de lo habitual, aumento de las palpitaciones del corazón, temblores contínuos. Lo primero que hay que hacer es saber que ruidos son los que provocan estos desórdenes en el animal y que pueden desembocar incluso en una cambio de conducta. Los ruidos más habituales que suelen molestar a las mascotas pueden ir desde los claxon de los coches hasta el sonido estridente de las ambulancias o de los bomberos .
Actúa rápido
Aunque para ti no sea nada relevante, no debe restarse importancia al miedo que pueda tener tu mascota ante algún tipo de ruido. Si no se actúa rápido, el animal puede adquirir algún tipo de fobia crónica ante ese problema provocándole ansiedad y otros trastornos en su vida como es el caso del pánico.
Enséñale a convivir con los ruidos
Tendrás que armarte un poco de paciencia y enseñar a tu mascota que no ocurre nada y que el ruido es algo con lo que tendrá que convivir a diario. Una manera de ayudar a tu mascota es grabando algunos de los ruidos que le molestan y reproducirlos mientras realiza algún tipo de actividad que sea agradable para él. Al final se acostumbrará a esos ruidos y su conducta mejorará desapareciendo el problema en cuestión.
