Un gato de raza que no se ajuste a su estándar en el mayor número posible de puntos debe ser considerado como no apto para la reproducción. Estos animales pueden ser extraordinarios como mascota en el hogar, buenos compañeros porque sus cualidades psíquicas son idénticas a las de los ejemplares más bellos, pero sus imperfecciones no deben perpetuarse en sus descendientes.
Estas imperfecciones normalmente sólo son apreciadas por los verdaderos especialistas de la raza, pasando desapercibidas para el público en general. Los criadores más honrados diferencian en las camadas los cachorros que prometen ser ejemplares extraordinarios, aptos para exposiciones de belleza, de aquellos otros más corrientes, vendiendo los primeros a precio mucho más alto que los segundos.
De este modo el que sólo quiere un gatito de raza como compañero no tiene que desembolsar las grandes sumas que cuestan los ejemplares de más calidad.