Con motivo del Día Internacional del Perro, que se celebra el próximo 21 de julio, la farmacéutica Aflofarm, especializada en el tratamiento de la dependencia tabáquica, lanza una llamada de atención sobre una realidad poco visibilizada: la exposición al humo del tabaco no solo perjudica la salud física de los perros, sino también su equilibrio emocional y conductual.
Aunque los efectos del tabaquismo pasivo en humanos están ampliamente documentados, sus consecuencias en animales de compañía han sido, hasta ahora, menos conocidas. Sin embargo, nuevas investigaciones científicas aportan datos concluyentes.
Un entorno con humo puede alterar el comportamiento de los perros
Un estudio publicado recientemente en el Journal of Veterinary Behavior revela que los perros expuestos de forma habitual al humo de tabaco presentan mayores niveles de ansiedad, agresividad, miedo y dificultades en el aprendizaje. Entre los hallazgos más relevantes destacan:
- Aumento de la agresividad hacia personas y otros animales (OR=1,68 y OR=3,40, respectivamente).
- Incremento significativo de la ansiedad (OR=7,25) y de las reacciones de miedo (OR=1,73).
- Disminución de la capacidad de adiestramiento y aprendizaje (OR=3,42).
- Reducción de la actividad general y motivación por el juego o la interacción (OR=1,77).
Además, los expertos alertan sobre el riesgo especialmente alto que supone fumar dentro del coche con el animal presente. Al tratarse de un espacio cerrado y poco ventilado, las sustancias tóxicas se concentran y afectan directamente al sistema respiratorio y al comportamiento del animal.
Cinco pautas para proteger a tu perro del humo del tabaco
Aflofarm, comprometida con la salud pública y animal, recuerda que no existe un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno, tal como advierte la Organización Mundial de la Salud. Por ello, propone estas recomendaciones para minimizar el impacto en los animales de compañía:
- Evita fumar en espacios cerrados donde esté tu mascota, como el hogar o el coche.
- Ventila adecuadamente cualquier estancia donde se haya fumado, ya que el humo se deposita en superficies como alfombras, sofás o ropa.
- No fumes durante los paseos si tu perro te acompaña, especialmente si permanece cerca.
- Consulta con tu veterinario ante cualquier cambio de comportamiento (apatía, miedo, agresividad), ya que puede estar relacionado con la exposición al humo.
- Usa el bienestar de tu mascota como una motivación extra para dejar de fumar. Saber que su salud también está en juego puede reforzar tu compromiso con el cambio.
Un pequeño gesto con un gran impacto
Los perros no pueden elegir el aire que respiran. Por eso, la responsabilidad recae en sus cuidadores. Evitar su exposición al humo del tabaco no solo mejora su calidad de vida, sino que fortalece el vínculo entre humanos y animales basado en el cuidado mutuo. Dejar de fumar no es solo una decisión personal, también puede convertirse en un acto de amor hacia quienes más dependen de nosotros.