En los perros hay una variedad de colores increíbles y sobre el porqué de ello se han debido hacer algunas preguntas los científicos de la Universidad de Uppsala, ya que se han puesto a estudiar la razón por la que los animales salvajes son más uniformes en sus colores que los animales domésticos.
Al parecer, la culpa la tiene el gen MC1R y la principal razón del cambio de colores es la selección intencionada que han realizado los humanos a lo largo de miles de años. Tantos, que ya los mesopotámicos, hace cinco mil años, estaban fascinados con las mascotas de colores. Y más tarde los granjeros utilizaron los perros en función del color, ya que les era más fácil controlar a un ganado de colores diversos con un animal que no se camuflara con ellos.
Lo que ha demostrado este estudio es la velocidad a la que una proteína puede cambiar como adaptación a una fuerte presión selectiva. Así los humanos han conseguido mutaciones genéticas en sus mascotas.
