Cómo realizar un estímulo «biosensor»

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cachorro bulldog

El procedimiento es muy sencillo, como es natural al tratarse de la manipulación de un animal tan delicado e indefenso como un cachorro, y consiste en:

1°.- Estimulación táctil:

Sujetamos al cachorro con la mano izquierda y con suavidad, ayudándonos de un bastoncillo de orejas, le hacemos cosquillas entre los dedos de las manos y las patas. No es necesario ver que el cachorro expresa la sensación de cosquillas. La estimulación debe durar de 3 a 5 segundos y no prolongarse más allá de ese tiempo.

2°.- Cabeza erguida:

Usando ambas manos mantener al cachorro de forma perpendicular al suelo (hacia arriba), manteniendo la cabecita erguida, por encima de los hombros y en línea con la cola. La estimulación debe durar de 3 a 5 segundos y no prolongarse más allá de ese tiempo.

3°.- Cabeza hacia abajo:

Invertimos la posición del cachorro, que ahora es sujetado con la cabeza hacia abajo, apuntando al suelo. El cuerpo siempre bien sujeto por ambas manos, que le otorgan protección. La estimulación debe durar de 3 a 5 segundos y no prolongarse más allá de ese tiempo.

4°.- Decúbito supino:

Mantenemos al cachorro con la espalda descansando sobre las palmas de ambas manos, boca arriba, la columna vertebral firme y sin ningún otro estímulo. Unos cachorros se quedan inmóviles, pero otros luchan por acomodarse a su gusto. La estimulación debe durar de 3 a 5 segundos y no prolongarse más allá de ese tiempo.

5°.- Estimulación térmica:

Tomar una toalla húmeda que se ha enfriado en el refrigerador por los menos durante 5 minutos. Colocamos al cachorro sobre la toalla, de pie. No impedir que se mueva. La estimulación debe durar de 3 a 5 segundos y no prolongarse más allá de ese tiempo.

No repetir más de una vez por día, desde el tercero al decimosexto de vida, y no extenderse más allá del tiempo recomendado, procurando mantener siempre el mismo horario. Estos cinco ejercicios producen estímulos neurológicos que no aparecen de forma natural durante este temprano periodo de la vida del perro. Los ejercicios suponen un verdadero impacto para el sistema neurológico del cachorro, aumentando se capacidad de respuesta, lo que será muy útil en su edad adulta.