La ansiedad por separación es la situación en la que un perro se comporta de una manera muy agresiva, o muy apesadumbrada, depende del perro, que se suele exteriorizar en destrozos en la casa, ladridos, lloros, deposiciones en la casa (también suelen orinarse), etc.
A veces eso lo achacamos a que el perro es aún pequeño y si, puede ser verdad que eso sea así, pero lo cierto es que no es del todo cierto. Los perros necesitan acostumbrarse a que no siempre van a estar junto a su dueño y si se hace desde pequeños mejor que mejor (aún recuerdo cuando uno de los míos jugó a hacer de Scottex por la casa…).
Algunos de los síntomas que te pueden indicar que tu perro sufre este problema son:
- No comer nada durante la ausencia del propietario (y sí comer cuando él está allí).
- Vómitos, diarrea, salivación excesiva.
- Evitar con agresividad que el dueño se vaya. A veces se suelen colocar en la puerta impidiendo el paso de tal forma que es imposible salir.
- Nerviosismo excesivo cuando nota que los dueños se preparan para salir.