La semana pasada, Madrid se convirtió en el epicentro de discusión para la comunidad científica y profesional dedicada a la sanidad animal. Un total de 120 expertos de diversas áreas, incluidas administraciones públicas, sectores de investigación, asociaciones sectoriales y la industria avícola, se congregaron en la capital española en un evento bajo el lema «Unidos frente al desafío». Esta jornada fue organizada por Boehringer Ingelheim con el propósito de analizar la tendencia de la influenza aviar en España, así como para desarrollar estrategias efectivas de prevención y gestión ante amenazas futuras de brotes.
El intercambio de ideas se centró en abordar los principales desafíos que enfrenta el sector avícola: la gestión de focos de infección, la circulación del virus en la fauna silvestre, las limitaciones de las medidas de bioseguridad en zonas con alta densidad avícola y las implicaciones económicas para la producción y el comercio debido a esta enfermedad. Luis Romero, subdirector adjunto de la Subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), subrayó la importancia de las acciones administrativas en la protección del sector y expresó su reconocimiento por la organización de esta trascendental jornada.
Por su parte, Elena Gratacós, directora de Salud Animal de Boehringer Ingelheim España, destacó la importancia de crear espacios de diálogo en tiempos críticos como los actuales, cuando el compromiso del sector resulta esencial para abordar la gripe aviar. La moderación del evento estuvo a cargo de Cristina Sierra, quien dirige el área de Marketing y encabeza la sección de Aves en Boehringer Ingelheim. El panel de expertos presentó ponencias sobre temas cruciales, como la evolución del virus, experiencias de vacunación en otros países y el impacto sanitario y económico de la enfermedad en la industria.
La influenza aviar, reconocida por su alta capacidad de contagio, es una enfermedad de vigilancia obligatoria. Dentro de sus cepas, la H5 continúa siendo la más común. La contención de los brotes generalmente implica el sacrificio masivo de aves, afectando gravemente la economía del sector y provocando restricciones en el comercio internacional.
Según las estadísticas del MAPA, desde julio han sido detectados 14 focos en aves de corral, cinco en aves cautivas y 87 en aves silvestres. La persistente presencia del virus en la vida silvestre sigue siendo un riesgo relevante, particularmente en regiones con alta concentración avícola. Desde el año 2021, la cepa H5 ha ocasionado brotes inéditos a nivel global, distribuyéndose incluso a regiones como Latinoamérica y alcanzando hasta la lejana Antártida.
El desarrollo de soluciones de vacunación representa un recurso fundamental en la prevención y control de esta enfermedad. No obstante, la responsabilidad de implementar estas medidas recae en las autoridades nacionales de cada país, quienes deberán decidir su aplicación efectiva para mitigar el avance del virus.
