Pequeños gestos que convierten tu hogar en un refugio festivo

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La Navidad comienza a notarse en cada rincón del hogar: luces cálidas que se encienden, encuentros familiares, villancicos, preparativos, aromas de cocina y esa ilusión tan característica de estas fiestas. Es una temporada en la que las casas se transforman; aumenta el movimiento de personas, se modifican las rutinas y aparecen nuevos estímulos. Pero mientras para nosotros estos cambios representan celebración y alegría, para nuestros animales pueden resultar una fuente de tensión, ruidos inesperados y situaciones desconocidas.

Tanto perros como gatos son muy sensibles a las alteraciones en su entorno y, durante estas fechas, es frecuente que manifiesten nerviosismo, estrés o incluso confusión. Aunque forman parte de la familia y participan de las celebraciones, es importante recordar que necesitan atenciones específicas para atravesar estas semanas sin dificultades.

Con el objetivo de que ellos también disfruten de una Navidad tranquila y segura, Purina aconseja tomar ciertas medidas y adaptar el ambiente del hogar. “Los animales perciben cualquier modificación en su entorno con mucha más intensidad que las personas. Un volumen de ruido elevado, demasiadas visitas o simplemente cambiar un mueble de sitio puede causarles ansiedad. La clave está en anticiparse y preparar un espacio en el que puedan sentirse protegidos”, señala Elisenda Saperas, veterinaria y responsable de comunicación de Purina.

A continuación, te presentamos cinco claves esenciales para cuidar a tu mascota estas fiestas, minimizando riesgos y favoreciendo su bienestar.

  1. Crear un espacio de calma, lejos del bullicio – Durante estas fechas, los animales pueden sentirse sobrepasados por la actividad constante en casa, por lo que resulta fundamental habilitar un espacio de calma donde puedan refugiarse cuando lo necesiten. Un rincón con su cama habitual, mantas con su olor, juguetes conocidos, poca luz y acceso a agua puede marcar la diferencia, especialmente si se acompaña de música relajante o difusores de feromonas.
  2. Extrema la precaución con la comida – A esta necesidad de tranquilidad se suma la importancia de extremar precauciones con la comida navideña. Platos tan frecuentes como el chocolate, las uvas, la cebolla, las salsas condimentadas, los huesos o los dulces con edulcorantes pueden resultar peligrosos para perros y gatos. Es fundamental mantener la comida fuera de su alcance, retirar los platos en cuanto termine la cena e informar a las visitas de que no deben darles nada sin permiso.
  3. Revisa la decoración – La decoración festiva es otro factor de riesgo que a menudo pasa desapercibido. Luces, cables, espumillón, bolas de cristal, velas o plantas como la flor de Pascua pueden atraer la curiosidad de las mascotas y provocar accidentes. Asegurar el árbol, colocar los adornos pequeños en zonas altas, proteger los cables y mantener las velas alejadas de cualquier movimiento inesperado son medidas básicas para evitar urgencias inesperadas.
  4. Mantén sus rutinas lo máximo posible – A pesar de la intensidad de estas fechas, es fundamental mantener lo máximo posible las rutinas de los animales. La estabilidad en los horarios de comida, los paseos y los momentos de juego contribuye de forma directa a su bienestar emocional. Incluso en días llenos de compromisos, dedicar unos minutos diarios de atención ayuda a reducir la ansiedad.
  5. Observa señales de estrés o malestar Esconderse con más frecuencia, jadear sin motivo, mostrar temblores, perder el apetito, comportarse de manera destructiva o mostrar una actividad nerviosa constante son indicadores de que algo no va bien. En estos casos, conviene reducir estímulos, ofrecerles un entorno tranquilo, evitar regañarles y, si el malestar persiste, consultar a un profesional. “Los animales no pueden explicar con palabras cómo se sienten; somos nosotros quienes debemos aprender a leer sus señales”, recuerda Elisenda Saperas.

La Navidad puede ser un momento maravilloso para toda la familia, incluidas nuestras mascotas. Con pequeñas medidas de prevención, empatía y una atención consciente, podemos asegurarnos de que también ellas disfruten de unas fiestas seguras y tranquilas. Cuando cuidamos su bienestar, ellos nos regalan calma, compañía y amor incondicional; y esa es, sin duda, una de las mejores formas de celebrar la Navidad.