Primeros auxilios para nuestras mascotas

perro lastimado

Muchas veces, cuando tenemos una mascota en nuestro hogar, desconocemos los problemas que el animal puede llegar a padecer e, incluso, es posible que no sepamos cómo atenderlo en caso de que algo pueda sucederle.
Lo cierto es que la mascota puede sufrir una lesión y requerir de la atención inmediata; en tal caso, la aplicación de los primeros auxilios ayuda a prevenir mayores complicaciones. No obstante,-depende de la gravedad- siempre es conveniente consultar rápidamente con el veterinario.

Te enumeramos algunos de los problemas más comunes:

1) Golpe de calor: Si por causa de las altas temperaturas la mascota se siente molesta, resulta beneficioso para el animal verter agua tibia sobre su cuerpo y sus extremidades. Con esto, el cachorro se sentirá más aliviado del calor. Repítelo continuamente.

2) Fracturas: Resulta útil no entablillar al animal (excepto que sepa cómo hacerlo) y llevarlo de inmediato al veterinario. Durante el transcurso del viaje, trata de que la mascota no apoye su cuerpo sobre la zona lesionada.

3) Quemaduras: El contacto directo con, ejemplos: una plancha o con el agua caliente puede provocar en el animal una quemadura importante; para contrarrestar la lesión, es preciso aplicar, sobre la zona afectada, una pomada para este tipo de problemas.  Siempre es bueno tener una pomada en casa. Otra alternativa es la aplicación de vaselina o mantequilla. Luego, tapar la quemadura con una venda.
En tanto que, si la afección fue causada por líquidos abrasivos, en primer lugar, se requiere enjuagar muy bien el área afectada y luego tratar la lesión con pomadas… Siempre debes llevarlo al veterinario.

4) Heridas: Cuando la lesión es superficial, se recomienda higienizarla con un antiséptico y seguir con detenimiento su desarrollo para prevenir posibles infecciones; en cambio, si la herida es profunda y sangrante, resulta útil colocar una venda (bien ajustada) y consultar rápidamente con el especialista.

5) Caída o golpe abrupto: Luego de esta situación, es posible que el animal baje el ritmo respiratorio y que sus ojos tengan un aspecto lloroso. En tal caso, no he debe calmar a la mascota y realizar una consulta con su veterinario. Siempre es bueno hablarle con calma, para no trasmitirle nuestro estado de ánimo.

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