Como suele suceder con casi todas las mascotas, es posible que al llegar la hora del baño, a tu hurón no le haga ninguna gracia. Puede mostrarse temeroso, asustadizo… Por el contrario, hay otros hurones a los que les encanta eso de darse un chapuzón.
Tampoco es bueno bañar demasiado al hurón, está bien hacerlo una vez al mes aproximadamente. Te contamos algunas de las claves que pueden ayudarte a que el baño sea más agradable para tu mascota.
Para empezar, antes de sacar al hurón de la jaula, tenlo ya todo listo: una bañera con agua templada (puede ser de plástico para él, que le cubra medio cuerpo, más o menos), champú y una toalla para secarlo.
Enséñale el agua poco a poco, y no le metas de golpe, porque podría ser peor. Una vez que esté dentro y veas que se va acostumbrando, enjabónale todo el cuerpo. Puedes sacarlo del agua con una mano y enjabonarlo con otra, eso sí, mejor que lo pongas de espaldas a ti para que no se te agarre.
Para aclararlo, mételo de nuevo en el agua y después, dale un repasito con la ducha. Para secarlo, vacía el recipiente y deja que se seque un poco él solo sacudiéndose. Después, coge la toalla y sécalo bien.
Puedes utilizar el secador para acabar, siempre que no se asuste demasiado. Y por fin, ¡un buen cepillado! Claro, que después de todo esto, seguro que tu hurón agradece mucho un buen premio.
Foto de comunidad de hurones
Vía| Faunatura
